Rostro limpio, poros limpios. Al eliminar las células muertas, la exfoliación previene la aparición de los temidos puntos negros. Además, también quita la suciedad y los restos de maquillaje difíciles de limpiar.
Exfoliar la cara es necesario para disfrutar de un cutis sano y sin impurezas. Es una rutina completamente necesaria, sobre todo cuando la piel es grasa y presenta acné.
Lo primero que hay que saber es que la exfoliación es una parte importante de la limpieza de la piel, ya que además de eliminar las células muertas que se quedan pegadas en la superficie, favorece la renovación celular, mejora la oxigenación y devuelve a la piel su suavidad y luminosidad. Además de eso, la exfoliación favorece la penetración de las cremas y, por tanto, mejora su eficacia. Por estas razones, exfoliar al menos una vez por semana es adecuado y aconsejable para todo tipo de pieles, y sobre todo en el caso de las mixtas y grasas, ya que así se elimina la suciedad y se previene la obstrucción de los poros.
Pasos para exfoliar la cara correctamente:
- Después de la limpieza facial y sin secar del todo tu cara extiende el producto exfoliante, es mejor que tu rostro no esté del todo seco porque así podrás extender mejor el exfoliante y los granos de la crema exfoliante no lastimarán tu piel.
- Extiende el exfoliante de manera suave, en movimientos circulares hacia arriba y desde el centro de la cara (nariz) hacia las orejas, evita utilizarlo alrededor de los ojos, porque en esa zona la piel es muy delicada.
- Aclara el rostro con agua fría para que se cierren bien los poros y utiliza tu crema hidratante habitual.
Te recomendamos Abradermol de Sesderma, después de probar este exfoliante no querrás utilizar otro.